sábado, 10 de mayo de 2008

Deshazte de tu estaca

Quiero comenzar contándote una historia que llegó a mí, por un mail. Es la historia de un elefante y su estaca.

Esta es la historia de un circo que llegó a un pequeño pueblo. Este circo era modesto pero contaba con algunos animales entre los que estaba un viejo elefante.

Un niño se acercó al elefante y lo observó por largo rato. Le pareció una enorme criatura y quedó asombrado de lo gruesas que eran su patas y de la fuerza que seguro esconderían. Pero lo que mas le llamó la atención, era que el gigantesco animal estaba sujeto a una pequeña y débil estaca.

Pensó que seguramente le sería muy fácil desprenderse de la estaca y huir, pero por alguna razón no lo hacía.

Entonces, con ingenuidad, hizo la siguiente pregunta a su padre que lo sujetaba de la mano. ¿Por qué el elefante no huye? El padre le respondió, porque el elefante estaba amaestrado.

El niño no quedó conforme de la respuesta del padre, ya que pensaba que si estaba amaestrado, para qué encadenarlo?.
Y este fue un gran misterio por mucho tiempo para el niño, hasta que encontró la respuesta.

El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca desde que era muy, muy pequeño.

El niño cerró los ojos y se imaginó al elefante recién nacido, cuando por primera vez lo sujetaron a la estaca. Estaba seguro de que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.

Imaginó que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro… Hasta que, un día, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se abandono a su destino.

Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa porque, pobre, cree que no puede.

Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer. Y sobretodo ha abandonado la idea de ser libre y cree que como antes no pudo, jamás podrá.

Creo que muchos somos como este elefante.
Hemos pasado mucho tiempo luchando contra el dolor, la impotencia y el sufrimiento y en algún momento de nuestra vida, nos entregamos a suponer que jamás podríamos superar nuestras crisis.

El mensaje que tengo para compartirte es que sí, se puede! E
s posible vivir victoriosos, es posible superar el dolor. Es el objetivo de este texto, acompañarte a que seas libre de tu estaca. Que descubras la fuerza que hay escondido en vos.

Adrian Intrieri

Miami, USA

Expolit 2008, Exposición de literatura hispana en Miami, USA

Programa televisivo junto a Howard Andruejol por No muerdas el anzuelo


Foro sobre adolescencia junto a Jeffrey de León, Junior Zapata y Howard Andruejol entre otros

Taller No muerdas en anzuelo, en el Sheraton Hotel de Miami, Expolit 2008