Debemos partir de comprender los alcances que la pornografía tiene en nuestras mentes. Es como un fuerte virus que se instala en nuestra memoria. Ejerce una fuerza muy potente porque la pornografía brinda cierto placer. Pero debemos tener una mirada más completa y sincera.
Entonces, ¿por qué es mala?
La pornografía empobrece y enferma. Si bien produce cierto placer, a la vez distorsiona la sexualidad y puede llevarte a la adicción. Produce una gran atracción, y se va tornando ingobernable, llegando a invadir todos tus tiempos.
El problema con la pornografía es que crea un mundo irreal. Tanto los gestos como las posiciones y las expresiones de placer son falsas. Hay muchas mentiras que presenta la pornografía. Un ejemplo es que muestra que lo más valioso es el tamaño. Tanto en los hombres como en las mujeres la cuestión está centrada en el cuerpo y esto genera toda una serie de leyes mentirosas. Otra mentira es la cuestión de la duración de las relaciones sexuales, obligando a que el tiempo sea interminable.
Estas y otras cosas son mentira y producen fuertes sentimientos de comparación e inferioridad. Las mentiras de la pornografía denigran a la mujer y humilla al hombre.
No puedo dejar de ver pornografía ¿Qué puedo hacer?
Esto sucede debido a que la pornografía crea adicción.
Cuánto más te entregues a ella, más fuerte se convertirá y más difícil será salir de allí (aunque no imposible).
Debemos aclarar que no todos somos iguales en nuestras debilidades. Algunos somos más débiles en ciertas áreas que otros. Por ello, debemos aprender a conocernos, para saber cuáles son nuestros puntos débiles y así, no exponernos.
Algunos psicólogos especializados en adicciones sostienen que la pornografía es mucho más difícil de erradicar que las adicciones a sustancias tóxicas, debido a que, aún después de haberla abandonado, genera imágenes mentales que se han aferrado a la mente como un virus. Por eso, los que alguna vez consumieron pornografía pueden revivir escenas después de años, aun cuando ya han abandonado esa práctica.
La pornografía es una adicción de la cual es muy trabajoso desintoxicarse, ¡pero se puede salir!
Algunas de las decisiones que debes tomar son las siguientes:
- Reconoce tu debilidad, es importante que seas sincero y enfrentes lo que te sucede.
- Destruye todas las revistas pornográficas, videos, etc. Sino: para que tenerlas?
- Descubre y desarrolla otras actividades, quiebra la rutina, no hay peor ambiente que no tener nada que hacer.
Siento culpa y vergüenza, ¿tendría que hablarlo con alguien?
La pornografía nos hace sentir sucios, asquerosos. Nos humilla, nos avergüenza, afecta la visión de nosotros mismos.
La fantástica noticia de la gracia nos da siempre una nueva oportunidad de vivir al máximo. Lo mejor es buscar ayuda de personas maduras o algún profesional.
No fuimos creados como llaneros solitarios.
No te aísles, la sabiduría esta en la riqueza de consejos.
Por Adrián Intrieri
Anticipo del nuevo libro No muerdas el anzuelo de Adrian Intrieri y Howard Andruejol.
1 comentario:
hola
me parecio muy buena la nota queria pedirte permiso para colgarla en el blog por unos dias
mira mi blog y decime ademas me gustaria recomendar tu blog en el mio
abrazo
DIOS te bendiga
gus
Publicar un comentario